jueves, 16 de julio de 2009

Mi espacio de terapia

Estoy intentando recordar cuanto tiempo transcurrió, desde aquel día en que acompañé a mi alma por primera vez a una reunión. Me doy cuenta que fueron varios otoños, más de dos o tres con certeza. El tiempo….nunca encuentro la medida…... (y para este entonces, ya sabrás, que necesito medidas y cajoncitos para todo)….

El tiempo….A veces veo la lentitud de su paso, cuando miro por la ventana que da a una gran enredadera, donde las hojas van cambiando de color….como mis estados de ánimos. Otras veces, es como si recién hubiese llegado y tengo que irme…..sin la posibilidad de observar, detenerme y saludar a cada hoja. Ellas, me acompañan en este camino, me enseñan, el nacer y morir constante de la naturaleza, lo experimentan ahí, en la intemperie, pero yo todavía me resisto a repetirlo de este lado del cristal.

Puede parecer que miro hacia fuera, pero creo, en realidad, muy supersticiosamente, que me produce un encantamiento aquella ventana. Cuando uno esta frente a ella, es como si las ideas se acomodaran, la mirada se detiene, algo se abre adentro. Con ese clima creado, y sostenida en la calidez de la madera que reina en el ambiente, es cuando me dispongo a mirarte y contarte mi vida. Si, mi vida, la conciente y la inconciente. Lo que puedo nombrar y lo que te invito a adivinar.

Vos, con tu nombre de Arcángel, me escuchas, me miras, en un estado totalmente relajado, con una serena recepción que no puedo llegar a definir exactamente de que forma es, pero la siento.
Hoy después de tantos años debo reconocerte, que sin quererlo, cada vez que entro, reviso que todo esté en su lugar. Y si un día falta la bicicleta en el estante de arriba? o las plumas que parecen ramas, ahí, en el rincón? ….podrás decir que soy controladora, una palabra que me resulta familiar, pero no, no creo hacerlo por ese motivo, quizás, sí, sea por lo "familiar". Necesito seguir sintiéndolo el lugar especial donde me cito con mi alma, cada semana o cada quince días. Y acá es cuando me emociono, uf!,…. Cierro los ojos para recordar bien lo que siento cuando estoy ahí con vos, con tu alma, con la mía, quiero poder describírtelo…..y surgen estos sentimientos que no tienen palabras……
…. … …
(te regalo mi silencio, el que se crea después de una emoción profunda)
…. ….. ….

Sigo….

Pienso en una película: otoño, invierno, primavera, verano…….

Fueron varias estaciones de mi vida las que recorrí, en ese espacio, que no puedo llamarlo consultorio, porque no fui por enfermedad, sino, porque necesitaba un re-encuentro, y eso, creo yo, se logra en los lugares sagrados. Pasé muchas épocas donde reinó el frío, la soledad, el vacío existencial, el miedo, el desgarro; y muchas otras, donde salio el sol, hubo situaciones de frío en la panza por la emoción de saltar al vacío, de animarme, de empezar a confiar en mí y en la vida.

Cuentos de amores, desamores y humores.

Y cuando llega el momento del encuentro profundo, vos también tenés tu ventana por donde mirar, es otra diferente. Es por ella por donde recibís aquello que después me brindas, con suavidad y claridad. Desde la tuya, se ve el cielo, las alturas, lo elevado, lo celeste, las nubes, lo que flota en el aire. (en realidad es lo que imagino, nunca mire desde tu ventana). Si, veo, una luz potente que a veces te encandila y necesitas correrte….

Lo que es adentro es afuera, no? ésta frase me la lleve la ultima vez que estuve. De esta forma, cada uno con su ventana y sus tiempos, con sus cualidades y capacidades, vamos formando esta trama.

Me gustaría aclarar, en estos párrafos, que éste escrito, no es solo mío, en realidad ni siquiera soy la creadora de la idea. El viernes, el día que te vi, a la noche, cuando me fui a dormir, repase mi día, ya con la cabeza en la almohada y mientras entraba en un sueño profundo, mi alma me susurro al oído este regalo, me desperté y me dije, "recordalo"…..y aquí estoy, cumpliendo con esa promesa. Voy escribiendo lo que va bajando "de la mente al corazón". Y desde mi corazón, es desde donde te agradezco inmensamente tu presencia en mi vida.

Maine

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