lunes, 6 de julio de 2009

¿Admisión?

Por esas cosas de la vida, necesite hacerme un estudio médico para el cual era preciso convenir día y horario de anestesista, medico, habitación, etc. Llegue al lugar, una Institución donde curan personas. Voy con todos mis papeles en regla a la oficina de admisión, y la primera sensación no fue buena. Golpee la puerta de vidrio y las 4 personas que estaban adentro ni se inmutaron, me quede esperando afuera. Parecía que no era tan sencillo entrar. En eso llega una mujer que trabaja en el lugar, se la veía nerviosa, hablando por un handy, abrió la puerta impulsivamente y me dijo: no espere! pase! le agradecí con miedo, y entre. No pude darme cuenta por unos segundos quien iba a atenderme porque los 4 seguían hablando entre ellos. En eso pregunto, es acá Admisión? como si hubiese pronunciado algo muy obvio los 4 me miraron, una chica muy bonita se dispuso a atenderme, sobrevoló los papeles con la mirada y me mando para el 2º piso. Intente explicarle algo, que al parecer ya sabia, y no resulta tolerable en esta época donde todo es veloz, dejar que el otro termine la frase, y menos que pueda escucharlo nuevamente.

Fui al 2º piso, otra chica muy bonita me pidió los papeles, me dijo que tomara asiento y que esperara…..ya me sentí mejor, había dicho mi oración completa!! Mientras estaba esperando, me pongo a hacer lo que mas me gusta, que es observar. Un señor de unos 45 años, muy bien vestido, con los antebrazos apoyados en la baranda miraba por el pozo de la escalera hacia abajo con la mirada perdida, cada tanto apoyaba su frente en sus brazos, como escondiendo la cara. Me parecía que estaba triste, e imaginaba que debía haber algún familiar suyo internado. A mi lado estaba sentado un señor con bastón, viene una empleada del lugar y le da en una bolsa los estudios que él estaba esperando y le dice, que en un par de días, vaya a otra dirección a buscar los que faltan, el señor hizo un silencio y la miro como tratando de comprender donde quedaba la otra dirección. Esta señorita, con un tono de voz muy calido, se detuvo, se lo explico mas despacio y le dijo entre que calle y que calle estaba. Me resulto tan calida y amena su explicación que la mire, y recordé que era la persona que me había atendido hacía 20 días cuando me fui a sacar una placa. Será que la calidez y las buenas formas no se olvidan? cuantos empleados tendrá este lugar, cientos…..pero yo la recordaba y por estas mismas cualidades….Siempre hay ángeles entre nosotros, solo hay que saber mirar.

Un señor que venia con muletas intenta bajar del ascensor, pero antes, se corre para que un enfermero apurado no lo tumbe, y luego baja a su ritmo.
Se abre una puerta y nombran en voz alta un apellido de una chica que estaba mas alejada, y como no apareció instantáneamente, el grito es mas fuerte, y la chica corre a buscar sus análisis. El señor de la escalera ahora camina sin rumbo, sin dudas, está preocupado, no puede quedarse quieto.

Llega mi turno, viene la señorita con todos los papeles y me dice que ya tengo fecha y hora, me pongo contenta…..no fue para tanto pensé….y en eso pronuncia las terribles palabras: "ahora tiene que ir a admisión nuevamente"…..

Baje a planta baja, fui a donde me mandaron, iba a golpear…pero recordé…..y entre diciendo "acá estoy", los 4 seguían hablando de a quien ponían o sacaban de las camas y miraban una pizarra que tenia dibujado varios cuadraditos, al parecer camas, no parecían personas, eran camas. En seguida me vino la imagen de las películas americanas donde el coach está con los jugadores mostrándoles la jugada que tienen que hacer, por suerte llegue al final del entretiempo y la misma señorita anterior volvió a atenderme. En eso suena mi celular, donde el ring-tone es un mantra de la India, fue tan extraño ese momento, lo deje sonar un poquito mas…. como queriendo perfumar el ambiente con música sagrada, luego lo silencié ante las miradas de reojo que me regalaban los empleados del lugar. La bella señorita, anota todos mis datos y yo esperando atenta a que terminara, para no interrumpirla, ya que quería que me informara acerca de que necesitaba saber o hacer antes de mi internación. Enorme fue mi sorpresa cuando después de terminar con lo administrativo, sin que haya tiempo de que yo pregunte algo, me da el "manual de internación" y me saluda correctamente. Salí de esa oficina, con mi manual en la mano, impactada y pensando que parecería ser que los folletos están reemplazando la comunicación persona a persona. Para todo hay un manual de procedimientos, un folleto explicativo. Y soy una admiradora del lenguaje escrito, pero sin descuidar del lenguaje humano.
Mientras volvía para mi casa, reflexionaba acerca de la "Oficina de Admisión", a la cual no es tan fácil de entrar, quizás todo cambiara si fuera la "Sala de Recibimiento" .

No es lo mismo admitir, que recibir. Buscando el significado en el diccionario de admisión: "Trámite previo en que se decide, atendiendo a aspectos de forma, si una demanda o recurso deben pasar o no a ser resueltos en cuanto al fondo."

Para admitir hay que decir si o no, no parece ser una palabra adecuada para personas. En cambio recibimiento: "Acogida buena o mala que se hace a quien viene de fuera." Por lo menos esta definición habla de personas….. Para recibir hay que hacer espacio y tener tiempo. Espacio y Tiempo……difíciles en esta sociedad…..

Maine

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