sábado, 28 de noviembre de 2009

El desencanto

Que palabra…..el desencanto….

Como una neblina espesa, que se corre y deja al descubierto un paisaje árido, casi muerto, lleno de nada, donde ni siquiera la esperanza encuentra un lugar.

Y así con las manos vacías y el alma tiritando, nos desesperamos, no puede ser verdad.

Quizás sea un sueño, una pesadilla, necesidad de despertar de esta realidad abrumadora, en muchos momentos, insoportable.

Que palabra…..la verdad….

Se ilumina el escenario y la música comienza, ya no hay mas ensayos…..salir sin sentirse preparado plenamente….

Sin saber muy bien que hacer con eso, nos quedamos atónitos, pasmados ante tanta evidencia que fulmina los espejismos y las negaciones.

Que sensación extraña, abatidos ante tanta contundencia y en paz porque ya no hay anhelos, ya no hay fuerzas, solo queda esa tristeza serena y amarga de la rendición

viernes, 6 de noviembre de 2009

Haciendo Contacto

Realizando cosas triviales, cotidianas, sin importancia, aparece de pronto, el aluvión de angustia que brota como la lava de un volcán.

Que pasara en esos momentos? que cosas se conectaran adentro? que es lo que produce la combustión? La captación exacta de las emociones….quizás la luz…

La vitalidad está en lograr el contacto.

Es como si la existencia pidiera a gritos una muestra de que alguien más nos ve.

Surge este acontecer como un imperioso anhelo de dejar huella, no en un camino, no en logros materiales, sino en otros. Y a la vez la necesidad de ser impregnada por las presencias y las huellas de los demás. Entremezclar las existencias, y salir renovados, a la vez que ayudamos a otros a renovarse.

Será esa huella el documento que certifique que hemos estado aquí?

Cual será el propósito de este contacto? Sentirnos vivos?


“Dios es el silencio del universo y el ser humano, el grito que da sentido a ese silencio”. José Saramago.

lunes, 5 de octubre de 2009

Sabiduría Griega


Cuentan que alguna vez un sofista se acercó a Mileto, un sabio griego, con la intención de confundirlo o quizás avergonzarlo públicamente con sus preguntas.


Comparto con ustedes las que más me han gustado:


  • ¿Cuál es la la más grande de todas las cosas?

- El espacio, porque contiene todo lo que ha sido creado.



  • ¿Cuál es la más más constante?

-La esperanza, porque se queda con el hombre después que él ha perdido todo lo demás.



  • ¿Cuál es la mejor de todas las cosas?

- La virtud, porque sin ella no existe nada bueno.



  • ¿Cuál es la más rápida de todas las cosas?

- El pensamiento, porque en menos de un instante puede volar al final del universo.



  • ¿Cuál es la más fuerte?

- La necesidad, que obliga al hombre a enfrentar todos los peligros de la vida.



  • ¿Cuál es la más fácil de todas las cosas?

- El dar consejos.


Para final utilizando la paradoja que necesita una respuesta constante:



  • ¿Cuál es la más difícil de todas las cosas?

- ¡Conócete a ti mismo!

viernes, 18 de septiembre de 2009

Lecciones Orientales

Enseñanzas Budistas:
  • Date a ti mismo y a los demás a ellos mismos.
  • Ambos: aceptar un cuerpo y soltar un cuerpo, son dar.
  • Una persona con integridad da:
  1. Con sentido de convicción.
  2. Atentamente.
  3. Detemporada.
  4. Empáticamente (sintiendo con el otro).
  5. Sin efectos adversos.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Recordando tu Norte

Te invito a pensar en El momento o instante inolvidable de tu vida.

Y que lo disfrutes otra vez, ahora.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Frase

Luis, me miró con sus ojos celestes caribe y su pelo blanco recogido, y dijo:
"...Sin entrega no hay renovación..."

martes, 21 de julio de 2009

Carta a mis compañeros y maestros

¡Hola! comparto con ustedes, compañeros y maestros, lo que me dieron ganas de escribir estos días. Confieso que siento algo de duda en copiarlos a todos pero tomo lo bueno de este medio y es que si no tienen ganas de leer, cierran el mail y listo, ¿no? Además confío que será cuidadosamente recibido por aquellos que acaso decidan leerlo (como dice Bob Marley "Don´t worry about the thing, everething it´s gonna be all right" en español sería "no te preocupes por aquello, todo va a esta bien. En una palabra: confiar!!! en el proceso entero, inlcuido ésto).

Ahí va,

Llego al final de un día ajetreado, repleto de actividades en el exterior.

Al abrir la puerta de casa lo primero que veo es el Libro de Dave y los apuntes de Rogers, de mi maestro Luis y otros. Están sobre la mesa del comedor, justo como los dejé la última vez. Me llamo la atención a mi misma ya que extrañamente no he devorado aquella bibliografía, como suelo hacer con los libros, apuntes, etiquetas de shampoo y todo lo que caiga en mis manos, sobre todo si es español (pero incluyo, si estoy de ánimos el ingles y portugués).

Amo leer, en realidad es casi un vicio que no puedo ni me interesa quitar de mis días. Nace temblorosa una deuda conmigo (y ustedes) por no leer. Además al buscar una respuesta lineal sobre esta cuestión quedé en blanco, sin respuesta. Silencio.

Seguí con mis actividades habituales en casa.

Fin del día.Ya en la ducha, mi momento diario de relajación y meditación, me siento para disfrutar del agua bien caliente coriendo por mi cabeza y espalda. Mis piernas algo flexionadas reciben el salpicar de miles de gotas y yo las contemplo, igual que en mis primeros años de vida, quedándome en estado de fascinación. En ese estado descubro que las gotas en mi rodilla forman una flor con pétalos de agua, paso el dedo para tocarla y así se van uniendo las gotitas volviéndose formas nuevas, únicas, desconocidas. Me río, divertida como cuando era una chiquita que se perdía en el tiempo y en el agua. Combinación mágica y cotidiana. En ese instante, tomé conciencia del vapor, del agua, de la tensión en el cuello, el relax en mis piernas y manos y la tristeza en mi corazón. Claro y la sonrisa que persistía, insistía en acompañarme. De pronto sin que la buscara llegó a mi la respuesta, el sentido por el cual los apuntes todavía me esperan acostados en la mesa.

Y es que cada que vez que leo esas páginas y en cada encuentro grupal e individual (con algunos de ustedes), experimento un grado profundo de intimidad, comprensión y escucha (algo que por mi historia personal tiene especial significación) experimentando esta nueva capa de conciencia me siento "obligada" a ver las cosas desde otro lugar, que me invita a hacer lo que "debo" hacer...en una palabra me transforma (como la florcita de agua). Volviéndome nueva, única y ¡sin un manual que me diga como seguir!.

Conozco lo bueno, lo intenso, una calidad de relación que atrapa e invade. De verdad.

Cada párrafo me habla directo al corazón, me acaricia el alma y me deja pensando. No, no es la primera vez que leo hojas y hojas ECP, es que esta vez una fibra muy íntima se siente en sintonía como nunca antes. Es como si estos días pudiera degustar las páginas, masticarlas y procesarlas para por fin encarnarlas. Como si todos mis sensores estuvieras abiertos, como si los canales se hubieran ensanchado. Ya no puedo ser indiferente, no más.

Se hace presente la paradoja como principal característica de este proceso tan intenso. Paradoja que me desafía, que me atraviesa, paradoja que se presenta como un misterio que sólo contemplo (activamente).

Es que para este año uno de mis "nortes" era la consolidación como persona ( quedan incluidas todas mis confiuraciones, ¡viva!). Con miedo de no poder afrontar los gastos, con mi vida laboral en plena crisis y transición opté por el riego y tomar este camino, este curso que nos une y congrega. A medida que nos fuimos adentrando en más de una oportunidad sonó en el aire esta palabra "consolidación" o "consistencia". ¡Voy bien! grito para mis adentros, contenta. Resonando con ellas en varios niveles me invitan a ser consistente con mi norte, con mis sentires y pensares. Y este ser consistente es darle una valoración positiva a lo que me esté pasando (sea lo que sea, ya sin cuestionarlo o forzarlo a que sea diferente aunque me cueste). A ser mi máxima autoridad en cuanto a la dirección que voy tomando (haciéndome cargo). Es de algún modo "plantar bandera" con mis necesidades y querencias e ir en busca de ellas, no conformarme. Porque tengo la experiencia, con mis compañeros, maestros, libros y apuntes lo que necesito.

La libertad del momento, es parte de mis células, entonces en mi espacio terapéutico ¿porque limitarme a formas que de algún modo me aprisionan (me repliego y no expreso)?

Saramago escribe en " El Evangelio según Jesucristo" una pequeña frase, simple pero que llega mi memoria con mucho cariño, cito: "Pies que crecieron no vuelven a encoger". Y esto es precisamente lo que siento.

Voy encontrando mi propia manera, ufffffffffff

Entonces cuando miro estas páginas, vibro. Todo esto que voy escribiendo forma parte de mi y entonces leyendo entiendo porque me cuesta tanto leerlas, acercarme es necesariamente transformación. Encuentro, es transformación. Es que adentrándome y abriéndome (otra paradoja) en el encuentro, dejo ir y entrar y este intercambio pasan muchas cosas (no sé si es cuantificable es que no encuentro mejor manera de expresarlo). Es esa doble sensación de agrado y temor, de perder el control. Es esa doble sensación de estar mejor atravesando situaciones no siempre agradables. Es el dolor que se siente cuando crece el pie y el dulce sabor de lo inevitable.

Y entonces, las páginas se vuelven cálidamente amenazantes.

Crearme particular en este momento me confunde, "patino", sin mapas, ni moldes, ni comparaciones posibles. Asusta y vitaliza. Enciende. Al mismo tiempo tengo la suerte de mirar hacia adelante (no encuentro otra manera de expresarlo que en términos lineales) y encontrar referentes particulares, personas que con su presencia me animan a seguir confiando en esta extraña y extraordinaria senda. También me encuentro con compañeros de camino con quienes compartir, como ahora, lo que me va pasando y me alivia no tener que subitutarlo. Observar la particularidad de cada quien me resulta fascinante (otra vez la florcita de agua).

En fin, este grupo, compañeros y maestros, otros que están en mi vida cada día, incluso este medio virtual, este mail son expresiones de conectar, con cierto temor (si se entenderá, si a alguien le interesará, en este intercambio que vendrá) y con alegría porque sé que es nutritivo, porque me gusta y me hace bien y porque esta es también mi expresión de particularidad, mi pétalo de agua. ¡¡¡Y porque lo necesito!!! sin saber bien porque, las razones pierden fuerza y es el corazón el que me manda.

Besos para todos!!!

Paula

PD: una vez que en estos días comuniqué y concreté ciertas elecciones que venían dando vueltas en mi vida, una vez que terminé de darle forma a esta mail, procesando, pensando y sientiendo, ¿adivinen que? pude agarrar los libros y leerlos aceitadamente. Parece que ésto tenía que nacer....y liberar el camino. ¡JA!

jueves, 16 de julio de 2009

Mi espacio de terapia

Estoy intentando recordar cuanto tiempo transcurrió, desde aquel día en que acompañé a mi alma por primera vez a una reunión. Me doy cuenta que fueron varios otoños, más de dos o tres con certeza. El tiempo….nunca encuentro la medida…... (y para este entonces, ya sabrás, que necesito medidas y cajoncitos para todo)….

El tiempo….A veces veo la lentitud de su paso, cuando miro por la ventana que da a una gran enredadera, donde las hojas van cambiando de color….como mis estados de ánimos. Otras veces, es como si recién hubiese llegado y tengo que irme…..sin la posibilidad de observar, detenerme y saludar a cada hoja. Ellas, me acompañan en este camino, me enseñan, el nacer y morir constante de la naturaleza, lo experimentan ahí, en la intemperie, pero yo todavía me resisto a repetirlo de este lado del cristal.

Puede parecer que miro hacia fuera, pero creo, en realidad, muy supersticiosamente, que me produce un encantamiento aquella ventana. Cuando uno esta frente a ella, es como si las ideas se acomodaran, la mirada se detiene, algo se abre adentro. Con ese clima creado, y sostenida en la calidez de la madera que reina en el ambiente, es cuando me dispongo a mirarte y contarte mi vida. Si, mi vida, la conciente y la inconciente. Lo que puedo nombrar y lo que te invito a adivinar.

Vos, con tu nombre de Arcángel, me escuchas, me miras, en un estado totalmente relajado, con una serena recepción que no puedo llegar a definir exactamente de que forma es, pero la siento.
Hoy después de tantos años debo reconocerte, que sin quererlo, cada vez que entro, reviso que todo esté en su lugar. Y si un día falta la bicicleta en el estante de arriba? o las plumas que parecen ramas, ahí, en el rincón? ….podrás decir que soy controladora, una palabra que me resulta familiar, pero no, no creo hacerlo por ese motivo, quizás, sí, sea por lo "familiar". Necesito seguir sintiéndolo el lugar especial donde me cito con mi alma, cada semana o cada quince días. Y acá es cuando me emociono, uf!,…. Cierro los ojos para recordar bien lo que siento cuando estoy ahí con vos, con tu alma, con la mía, quiero poder describírtelo…..y surgen estos sentimientos que no tienen palabras……
…. … …
(te regalo mi silencio, el que se crea después de una emoción profunda)
…. ….. ….

Sigo….

Pienso en una película: otoño, invierno, primavera, verano…….

Fueron varias estaciones de mi vida las que recorrí, en ese espacio, que no puedo llamarlo consultorio, porque no fui por enfermedad, sino, porque necesitaba un re-encuentro, y eso, creo yo, se logra en los lugares sagrados. Pasé muchas épocas donde reinó el frío, la soledad, el vacío existencial, el miedo, el desgarro; y muchas otras, donde salio el sol, hubo situaciones de frío en la panza por la emoción de saltar al vacío, de animarme, de empezar a confiar en mí y en la vida.

Cuentos de amores, desamores y humores.

Y cuando llega el momento del encuentro profundo, vos también tenés tu ventana por donde mirar, es otra diferente. Es por ella por donde recibís aquello que después me brindas, con suavidad y claridad. Desde la tuya, se ve el cielo, las alturas, lo elevado, lo celeste, las nubes, lo que flota en el aire. (en realidad es lo que imagino, nunca mire desde tu ventana). Si, veo, una luz potente que a veces te encandila y necesitas correrte….

Lo que es adentro es afuera, no? ésta frase me la lleve la ultima vez que estuve. De esta forma, cada uno con su ventana y sus tiempos, con sus cualidades y capacidades, vamos formando esta trama.

Me gustaría aclarar, en estos párrafos, que éste escrito, no es solo mío, en realidad ni siquiera soy la creadora de la idea. El viernes, el día que te vi, a la noche, cuando me fui a dormir, repase mi día, ya con la cabeza en la almohada y mientras entraba en un sueño profundo, mi alma me susurro al oído este regalo, me desperté y me dije, "recordalo"…..y aquí estoy, cumpliendo con esa promesa. Voy escribiendo lo que va bajando "de la mente al corazón". Y desde mi corazón, es desde donde te agradezco inmensamente tu presencia en mi vida.

Maine

lunes, 6 de julio de 2009

¿Admisión?

Por esas cosas de la vida, necesite hacerme un estudio médico para el cual era preciso convenir día y horario de anestesista, medico, habitación, etc. Llegue al lugar, una Institución donde curan personas. Voy con todos mis papeles en regla a la oficina de admisión, y la primera sensación no fue buena. Golpee la puerta de vidrio y las 4 personas que estaban adentro ni se inmutaron, me quede esperando afuera. Parecía que no era tan sencillo entrar. En eso llega una mujer que trabaja en el lugar, se la veía nerviosa, hablando por un handy, abrió la puerta impulsivamente y me dijo: no espere! pase! le agradecí con miedo, y entre. No pude darme cuenta por unos segundos quien iba a atenderme porque los 4 seguían hablando entre ellos. En eso pregunto, es acá Admisión? como si hubiese pronunciado algo muy obvio los 4 me miraron, una chica muy bonita se dispuso a atenderme, sobrevoló los papeles con la mirada y me mando para el 2º piso. Intente explicarle algo, que al parecer ya sabia, y no resulta tolerable en esta época donde todo es veloz, dejar que el otro termine la frase, y menos que pueda escucharlo nuevamente.

Fui al 2º piso, otra chica muy bonita me pidió los papeles, me dijo que tomara asiento y que esperara…..ya me sentí mejor, había dicho mi oración completa!! Mientras estaba esperando, me pongo a hacer lo que mas me gusta, que es observar. Un señor de unos 45 años, muy bien vestido, con los antebrazos apoyados en la baranda miraba por el pozo de la escalera hacia abajo con la mirada perdida, cada tanto apoyaba su frente en sus brazos, como escondiendo la cara. Me parecía que estaba triste, e imaginaba que debía haber algún familiar suyo internado. A mi lado estaba sentado un señor con bastón, viene una empleada del lugar y le da en una bolsa los estudios que él estaba esperando y le dice, que en un par de días, vaya a otra dirección a buscar los que faltan, el señor hizo un silencio y la miro como tratando de comprender donde quedaba la otra dirección. Esta señorita, con un tono de voz muy calido, se detuvo, se lo explico mas despacio y le dijo entre que calle y que calle estaba. Me resulto tan calida y amena su explicación que la mire, y recordé que era la persona que me había atendido hacía 20 días cuando me fui a sacar una placa. Será que la calidez y las buenas formas no se olvidan? cuantos empleados tendrá este lugar, cientos…..pero yo la recordaba y por estas mismas cualidades….Siempre hay ángeles entre nosotros, solo hay que saber mirar.

Un señor que venia con muletas intenta bajar del ascensor, pero antes, se corre para que un enfermero apurado no lo tumbe, y luego baja a su ritmo.
Se abre una puerta y nombran en voz alta un apellido de una chica que estaba mas alejada, y como no apareció instantáneamente, el grito es mas fuerte, y la chica corre a buscar sus análisis. El señor de la escalera ahora camina sin rumbo, sin dudas, está preocupado, no puede quedarse quieto.

Llega mi turno, viene la señorita con todos los papeles y me dice que ya tengo fecha y hora, me pongo contenta…..no fue para tanto pensé….y en eso pronuncia las terribles palabras: "ahora tiene que ir a admisión nuevamente"…..

Baje a planta baja, fui a donde me mandaron, iba a golpear…pero recordé…..y entre diciendo "acá estoy", los 4 seguían hablando de a quien ponían o sacaban de las camas y miraban una pizarra que tenia dibujado varios cuadraditos, al parecer camas, no parecían personas, eran camas. En seguida me vino la imagen de las películas americanas donde el coach está con los jugadores mostrándoles la jugada que tienen que hacer, por suerte llegue al final del entretiempo y la misma señorita anterior volvió a atenderme. En eso suena mi celular, donde el ring-tone es un mantra de la India, fue tan extraño ese momento, lo deje sonar un poquito mas…. como queriendo perfumar el ambiente con música sagrada, luego lo silencié ante las miradas de reojo que me regalaban los empleados del lugar. La bella señorita, anota todos mis datos y yo esperando atenta a que terminara, para no interrumpirla, ya que quería que me informara acerca de que necesitaba saber o hacer antes de mi internación. Enorme fue mi sorpresa cuando después de terminar con lo administrativo, sin que haya tiempo de que yo pregunte algo, me da el "manual de internación" y me saluda correctamente. Salí de esa oficina, con mi manual en la mano, impactada y pensando que parecería ser que los folletos están reemplazando la comunicación persona a persona. Para todo hay un manual de procedimientos, un folleto explicativo. Y soy una admiradora del lenguaje escrito, pero sin descuidar del lenguaje humano.
Mientras volvía para mi casa, reflexionaba acerca de la "Oficina de Admisión", a la cual no es tan fácil de entrar, quizás todo cambiara si fuera la "Sala de Recibimiento" .

No es lo mismo admitir, que recibir. Buscando el significado en el diccionario de admisión: "Trámite previo en que se decide, atendiendo a aspectos de forma, si una demanda o recurso deben pasar o no a ser resueltos en cuanto al fondo."

Para admitir hay que decir si o no, no parece ser una palabra adecuada para personas. En cambio recibimiento: "Acogida buena o mala que se hace a quien viene de fuera." Por lo menos esta definición habla de personas….. Para recibir hay que hacer espacio y tener tiempo. Espacio y Tiempo……difíciles en esta sociedad…..

Maine

lunes, 29 de junio de 2009

Re-encuentro

Llego a casa y pongo un cd de George Harrison. Es inevitable….. vengo tarareando la canción desde que salí de tu casa…
La visita por tu cumpleaños se convirtió en un espacio donde yo fui la homenajeada, la recibida. Charlas profundas, donde la única conclusión a la que arribamos, es que cada vez que nos encontramos, estamos distintas, nuestras vivencias, pensamientos, actividades….todo es un constante cambio. Pero hay algo que no cambia, es nuestra forma de estar una con la otra. Me emociona saber que estas ahí para recibirme con toda tu creatividad y yo, acá para recibirte con esta nueva sensibilidad.
Verte tocar el cuatro, escucharte cantar, me transportó a un lugar sagrado donde el tiempo se detuvo y lo único importante que existió en ese momento fué estar ahí con vos, viéndote disfrutar, deleitándome con la magia que creas cuando me invitas a tu mundo de música, sonido, voces, melodías. Un espacio al que yo me acerco con reverencia, me quito los zapatos y te doy mi más profundo silencio.
Es el comienzo de una nueva calidez, mates de por medio, comiendo la torta de tu cumple, mostrándome tus dones recientemente descubiertos. Y te veo brillar.
Mientras te escuchaba cantar me venían imágenes de hace muchos años atrás, agradecí tener una historia compartida, saber de tus logros, conocer otros aspectos de tu ser, y ver que aquel vacío, se lleno de música…un hermoso y nutritivo contenido.
Aparecieron otros momentos nuestros, no se si solo de esta vida. Instantes donde compartimos mucho tiempo, pero otro tipo de intimidad. Un pasado que quedo atrás, porque hay un presente contundentemente mas "presente" que quiere que vivamos cosas nuevas. Y allá vamos, sin saber muy bien como, pero contemplando que no queremos perdernos "el norte". Quizás nos espere otro viaje en carpa, otros paisajes y la propuesta de experimentar una misma situación vivida hace 12 años atrás, pero re-encontradas desde otro lugar. Un desafío mas en nuestro acontecer por esta tierra…..
Y nos despedimos en la esquina, con un abrazo lindo, hace mucho frío, pero las dos tenemos el corazón calentito. Vos te vas a ensayar y yo me vuelvo caminado a casa, pensando que quiero regalarte mis sensaciones por escrito y decirte: Gracias!!
Amiga mía, te re-conozco, te admiro y te quiero!

Maine

lunes, 1 de junio de 2009

¿Cuál es mi sentido más sentido?

Martes 3 de la tarde. Tengo un par de horas libres, es un hermoso día, de un otoño que viene rezagado. Llego a Plaza San Martín y me siento en una escalinata, al sol, para sentir calorcito. Palomas en bandadas que se mueven de un lugar a otro como jugando a ver quien llega primero, algunas solitarias, mirando desde afuera porque no se animan, otras buscando comida porque tiene otras prioridades. Cerca, una nena de un año mas o menos aprendiendo a caminar, si bien es chiquita, se la ve con objetivos claros, correr a las palomas, pero no puede, porque se cae y se enoja con la vida, que cantidad de obstáculos pensara….un añito recién….
Al mismo tiempo, con dificultades parecidas pero diferentes, una señora mayor con bastón, dificultad para caminar, tal vez los mismos obstáculos, pero indudablemente otras experiencias y otras consecuencias. Su cara no refleja enojo por su lentitud en el andar, al contrario, una sonrisa hermosa, como si viera todo por primera vez, las palomas volando, la niña cayéndose, los árboles inmensos. Dos miradas de una misma problemática, una, con esa vitalidad arrasadora que no reflexiona, puro impulso, la otra, con toda una vida de reflexión, poca vitalidad visible, pero tal vez el mismo asombro de la primera.
Como no tengo reloj, miro el sol como se va corriendo para tener una idea del tiempo, encuentro un muchacho que con vestimenta deportiva pasa corriendo al lado mío, y va una vuelta…..
Miro el resto de la plaza, me doy cuenta que me gusta mirar, como si no me alcanzaran mis dos ojos para ver todo lo que hay, al mismo tiempo, no quiero perderme ni un gesto, un grupo de chicos jóvenes riéndose, los árboles moviendo sus ramas, la gente hablando por celular, los faroles antiguos, las veredas amplias y blancas, los bancos, etc. De repente, me detengo en un banco de cemento que esta debajo de un árbol al costado de la plaza, debe hacer mucho frío allí, mi cabeza y mi cuerpo se llenan de recuerdos, algunos me estrujan el corazón porque son de una soledad vivida, sentada ahí mismo, a la sombra, no era una época de mucho sol para mi, fueron muchas tardes, hace unos 20 años atrás. Esa soledad que se siente cuando uno no tiene adonde ir, cuando no hay un lugar plácido ni seguro, mas que esta plaza. Debe ser por eso que la quiero tanto. Me ha abrigado muchas veces.
Escucho que cerca mío que se sentaron dos mujeres, hablando en ingles, como contándose algo muy privado, me sorprende verlas abrigadas con sweaters y en ojotas. Las veo y me da frío.
Abro mi tupper y empiezo a comer mi comida, arroz con mayonesa, atún y aceitunas, que rico, me doy cuenta que lo disfruto mas que la noche anterior, que comí lo mismo, en casa. Siento la suavidad del arroz, frente a esa presencia fuerte de la aceituna, me gusta la combinación. Un poco de agua, transparente, la siento rica aunque no tenga gusto.
El chico sigue corriendo y ya van tres vueltas.
EL sol que me va adormeciendo, el cuerpo que se va aflojando, me estoy relajando y empiezo a mirar más allá. La plaza es un lugar que reúne, un lugar de encuentro, con uno mismo, con amigos, con desconocidos, con la naturaleza.
Un señor atrás mío, se sentó a fumar, puedo oler el humo del cigarrillo.
Los autos y los colectivos siguen con su sinfonía de bocinas y frenadas, y nos brindan la música de fondo de esta realidad urbana. Observo los estados de ánimos de la gente, la señora mayor con una sonrisa instalada, la acompañante, con una cara dura, amarga, como si no quisiera estar allí, el chico que corre se lo ve con un cansancio lindo, satisfecho, con ganas de seguir haciendo lo que hace, las mujeres que hablan en ingles, hay una que parece preocupada y la otra muy atenta escuchando sin querer perderse nada. Veo gente sola, como yo, algunos tomando sol, tal vez lejos de esta plaza, muchas compañías espontáneas y otras programadas.
Abro mi alfajor cachafaz y huelo el chocolate….mmm….e imagino el gusto….ya lo estoy disfrutando…
Soledades y compañías.
Llega la sombra, me corro, esta vez ya no la quiero.
Me pregunto, cual es mi sentido mas sentido? y pienso…..mirar me da amplitud, puedo escuchar varias cosas al mismo tiempo, las palomas, los gritos de la niña frustrada, la conversación en ingles, la música de fondo del transito, es parecido al gusto, puedo diferenciar el arroz, de la aceituna, de la mayonesa, del agua y sentir el placer de la totalidad de sabores.
El olfato me informa también que alguien atrás mío esta fumando. Y el tacto? seguramente lo que mas cuesta y necesito, y que habrá del tacto conmigo, con los otros? ambos….y el tacto de la piel? puedo sentir el sol en mi cara, puedo entrelazarme las manos y sentirme, puedo acariciar mi rostro, sentir la firmeza del mármol donde estoy sentada. Pero enseguida llegan recuerdos cuando soy acariciada por otro. Tal vez el tacto sea el sentido que mas me refleja mi soledad. Creo que este sentido lo disfruto mas en compañía.
Hago un repaso por la historia de mis sentidos y me pregunto como dice en un libro que releo muy seguido….que diría el amor hoy?
Que mi mirada es mucho más comprensiva, más amplia, más compasiva, por lo tanto puedo ver más belleza en todo. Mi olfato más sutil, es rápido, instantáneo. Mi escucha, mucho más atenta, algo que disfruto enormemente, cuando quiero intensificarla es en el único momento que me gusta cerrar los ojos, puedo captar el detalle y la totalidad, como con la visión.
Reconozco que el gusto se simplificó, disfruto lo sencillo, el agua, la comida natural, las frutas, poca elaboración, mas naturalidad, y sin embargo siento que puedo saborear mucho la vida, ya no necesito echarle sal, me gusta el gusto que tiene. Me gusta mi vida.
No quiero elegir ningún sentido en particular, los quiero a todos, quizás hoy me sienta representada por la visión y la escucha. Son los dos sentidos que más se entremezclan con mi intuición, y me permiten percibir lo abstracto, lo poco definible, lo que no tiene palabras, y entonces, el significado profundo de todo lo que existe.
Y ya van como 6 vueltas las de este muchacho que sin cansarse, sigue corriendo, y para mi es como el minutero que me avisa que el tiempo pasa.
Pasa? Hasta recién me sentí como detenida, ahora tengo que ponerme a andar y ser uno más de los que transitan por esta plaza.

Maine

lunes, 25 de mayo de 2009

¿Quien soy?

Caminando por la calle me veo como alguien común y corriente, haciendo trámites, yendo al almacén, mirando a los costados antes de cruzar. Últimamente noto que camino mas lento, no se si será por los años, que no son tantos después de todo, o quizás porque miro y observo mas que antes. Estoy más atenta, pero no sabría decir a que, no puedo precisarlo.

Caminando con dos grandes amigas, me doy cuenta que cada una mira algo diferente, como si a pesar de ir por las mismas calles, tuviésemos lentes de sueños distintos, otros matices, otras percepciones. Una, viendo mujeres embarazadas, acariciando sus panzas que anuncian vida en su interior, mujeres a la espera, con paciencia; la otra, viendo parejas tomadas de la mano, abrazadas, mirándose cómplicemente, compartiendo mimos, enamoradas.

Y yo? despistada de la zona urbana, mirando los árboles en pleno barrio de Martínez, varios sauces que invitan a la melancolía, a ciertas "saudades", siempre y cuando, no haya viento, porque entonces esos mismos árboles se transforman en seres que agitando sus cabellos, vibran la libertad……

También me encontré con varios eucaliptos que me recordaban mis propias "saudades", me llevaron 28 años atrás, paseando en bici por la calle Rivera, en Carrasco, donde en otoño se juntaban las hojas secas y se hacían pequeñas fogatas en las esquinas. Andar por allí era como ir por un camino aromatizado con sahumerios naturales, entreverándome con una especie de neblina provocada por el humo, al caer la tarde.

De pronto levanto la vista y veo el cielo, las nubes que enmarcan un poco toda esa inmensidad celeste, y el sol que me ilumina. Siento ese calorcito agradable y pienso en el tamaño del sol y el mío, noto esa desproporción, no puedo dejar de asociarla a mi personalidad y a mi Ser. Me vienen recuerdos de los Incas, los hijos de Sol.

Y sigo caminando, empujando el cochecito que tiene como único piloto al hijo de otra amiga, que es Ahau en el calendario maya, y él no es hijo del Sol, es el Sol. Porque será que todo últimamente me resulta simbólico, sincrónico?

Y ya no se cuantas somos las que caminamos…..mis dos amigas que van a mi lado y hablan conmigo, de la vida, los problemas, el amor y el desamor, cosas cotidianas. Pensamos en el almuerzo, en la ensalada y el revuelto de zapallitos que vamos a comer, la otra que mira con esos ojos grandes a las futuras mamás y anhela su propia espera, la que va un poquito mas atrás mirando de reojo, pensativa, a esas mujeres rodeadas por brazos masculinos que las protegen. Está la que no quiere separarse de mi, pero cada tanto se queda rezagada hablando con un árbol, y tengo que darme vuelta para insistirle que venga, a su vez, voy cuidando a la otra, la que mira el cielo, porque se puede tropezar, esa que nada le importa, que está en otro lugar, y me da una cierta envidia ver su cara de felicidad viajando por espacios mas amplios. Y llegamos de vuelta a la casa, cansadas de caminar, y tanto conversar, diálogos externos e internos, que nos llevaron por el pasado, el presente y el futuro, por distintos caminos, aunque íbamos por el mismo; cada una haciendo el suyo, diferentes tiempos, pero un mismo momento, con muchas sensaciones a flor de piel…..

Volvemos a ser tres, con un bebé, que espera su comida y solo por hoy, no entiende de esperas, ni de amores ni desamores, quiere su almuerzo, y seguramente, él esté mas cerca del Sol, sea más Uno, que nosotras, con nuestras eternas inquietudes y nuestras múltiples personalidades….

Maine

martes, 19 de mayo de 2009

El Asesinato del Canguro


Pasaba por Plaza de Mayo, símbolo nacional si los hay. Ubicada en el centro de la jungla de cemento y cerca del río. Escenario de disputas políticas, de revoluciones, declaraciones de libertad y soberanías. Ahí dónde la argentina se expresa, se siente, vibra, lugar histórico y expresiones de toda clase, punto obligado que visitará cualquier turista y la gran mayoría de los oficinistas. Es esa plaza dónde abundan los reclamos y sangre y árboles de distintas clases. Es también el lugar dónde nacen las calles hacia un lado y otro de la ciudad. Donde las personas pasan sumergidas en mundos de poder, dinero y trabajo. Lugar de encuentro y referencia. De romances, traiciones, recitales, reclamos y asesinatos silenciados.

Como en toda plaza, que se precie de tal, hay una gran comunidad de palomas morfonas (están rebeldes, ya no nos temen, nos ven venir y se quedan esperando el zapatazo para volar como algunos lamentables presidentes) que de lejos y con cierta imaginación parecen una gran alfombra mágica, a veces en el piso otras en el aire, se mueven en grupo por todos lados y comen a lo grande.

Cruzaba en diagonal, pensativa meditando en lo que vendrá, en el mundo que se abre a mis pies, por delante y por todos los costados. Sentía la novedad en mis venas y en cada paso me hacía conciente del final de una época y el inicio de una nueva. En ese corte transversal fui testigo de un asesinato silenciado, anónimo y acostumbrado.

Al pasar por el centro de la plaza detecto un grupo de niños, todos con su delantal y tomados de la mano, debían tener unos 3 o 4 años, eran una fotografía inusual y estaban como tapados en medio del tránsito de humanos en su mayoría adormecidos acaso acostumbrados al olvido. Iban acompañados de dos maestras (también adormecidas) una ellas señalaba con su índice la imagen coloreada en las baldosas con pintura blanca al ritmo de estas funestas aunque bien intencionadas palabras: "¿Saben que es esto?" uno de los chicos respondió, como el Principito, con entusiasmo y alegría supongo por haber descubierto el acertijo "¡¡¡Es un canguro!!!".
Me enternecí y sola amaneció una gran sonrisa por descubrir ahí en medio, en ese centro, la creatividad, la inocencia brotando entre las piedras, como un lirio blanco en el pantano. Pero pronto ese sentimiento se vio opacado cuando escuché la respuesta de la maestra que rauda dio su sentencia de muerte al canguro con un rotundo y seco "no" para luego explicarles que significaba ese dibujo en el piso, llenándoles la cabeza de información desoyendo la voz del, ahora, ex-infante.

Seguí caminando, turbada porque presencié el asesinato de la inocencia, de la dulzura en su máxima pureza. Sin piedad le cortaron las alas a la infancia (sin velorio, ni duelo posible) y la dejaron ahí tirada sin siquiera nombrarla.

Lamento la sordera de aquellos que no lo supieron escuchar porque sé que así le enseñan a no escucharse.

Me estruja el corazón que hoy se le da información lejos de su comprensión, información que se convertirá en gélida capa que ayudará a enterrar (bien hondo) su confianza y libertad.

Lástima que en honor al conocimiento la creatividad queda en último lugar o sólo para los locos y vagos (al final corren con ventaja al estar excluidos de esta sociedad)

Que pena que ese chico tendrá que vivir 15 o 20 años más para volver a descubrir su capacidad de asombro y hacer un arduo recorrido para despojarse los condicionantes que impone la sociedad y volver a la fuente, su propia fuente de sabiduría. Hacer carne su verdad esa que no se puede robar ni manipular, ni confundir, ni vender y menos aún comprar. Me arriesgo a decir que hacer ese camino, único, es lo que posibilita despejar la violencia de nuestras vidas y así desarrollar nuestra vulnerable humanidad.

En ese chico, vi a muchos otros, a todos nosotros que, alejados de nuestra experiencia, privamos también a los demás de deleitarse con ella. Las personas ínegras desprenden una perfume inconfundible y por demás atractivo. Es lindo estar cerca.

Soltar. Dejar volar. Agitar. Confiar. Encarnar nuestra verdad. Habilitar. Asumir. Crear. Si hay una utopía en estos días, es el despliegue de estas virtudes, destrezas o como quieran llamarlas.
¿Cuál sería tu canguro?
¿Cuándo y dónde quedó?

El mío re-nació no hace mucho y hasta le están naciendo una alas espejadas en la espalda.
Ma. Paula

domingo, 19 de abril de 2009

Animarse al abismo

Animarse es ir más allá, es llevar a cabo, concretar eso que estábamos deseando, proyectando, soñando o imaginando hace rato.

El miedo al fracaso, al rechazo, a sentirnos inadecuados, miedo, miedo, miedo y más miedo nos detiene, impide que nos realicemos. Está presente sin que ni siquiera nos enteremos y su poder paralizador radica en las sombras. Desde ahí nos susurra al oído consejos, excusas, justificaciones para que nos quedemos quietos y seguir repitiendo lo que hacemos o no hacemos.

Quizás una de las claves está en abrirle la puerta al miedo y escuchar a plena luz sus consejos. El miedo una vez nombrado, reconocido se transforma en cautela y nos invita entonces a ser más conscientes y responsables de lo que implica la concreción. Al mismo tiempo en nuestro interior tenemos otra voz nos invita una y otra vez a que demos el paso que tanto deseamos. Ese paso requiere de valor pues es dejar morir viejas estructuras, ideas, percepciones de nosotros mismos.

Dejar morir, dejar ir no es fácil, claro que no pero es una condición necesaria para que nazca lo nuevo (sea lo que sea)

Y seguro que mientras lees esto recordás algo significativo que venís postergando: un llamado, una charla, un encuentro, escribir, cantar, una carrera sin empezar o sin terminar, un perdón, un pedido de aclaración, un viaje, un baile, abrazos, etc.

Ese algo está ahí esperando (desesperado) que algún día nos decidamos a darle vida, a que lo dejemos nacer, que nos entreguemos a lo inevitable y lo hagamos presente. Acepando, animándonos a tomar contacto con las dos voces internas (el miedo y el deseo (pendiente)) y hacerles lugar. Una vez hecho esto ya no hay vuelta atrás se hace inevitable lo desconocido, lo que vendrá (que, como, cuando y dónde)

Mientras escribo recuerdo de la película "El abismo" que me sirve de bella metáfora sobre lo que estoy reflexionando. A los que la vieron les comparto una de mis interpretaciones y a los que no, los invito a verla, es rica en imágenes.

Un grupo de especialistas tiene la misión de desactivar una bombra atómica en el océano que pone en peligro a mucha gente. En el camino el submarino sufre fallas que interrumpiendo los planes genera tensión y miedo entre los tripulantes. Llega la crisis, lo viejo ya no sirve, emergen diversas situaciones: violencia física, corte con la realidad y egoísmo. Es que se está gestando un nuevo camino y son emociones que muchas veces debemos transitar. Los científicos deciden continuar con la misión de manera diferente analizando distintas opciones, optan por la menos lógica.

El descenso a lo profundo, puede ser el camino de auto exploración, al insondable ser. Primero dentro de un grupo en un submarino (seguro, limitado, frío) hasta que éste deja de funcionar y luego el protagonista decide seguir sólo el camino para cumplir la misión. Creo que representa la búsqueda personal e intransferible en la que los demás pasan a ser apoyo interno (lo que tomamos de cada quien) y al mismo tiempo motivo por el cual él se entrega, aunque no todos estén de acuerdo.

Así como aparecen emociones desagradables también vemos que aparece la flexibilidad y la comprensión con el personaje de la mujer del protagonista quien aceptando la elección, acompaña brindado calor y contención, expresando palabras de amor, de despedida, de cierre, generando una intensa intimidad, ejerciendo el papel de puente y canal con los demás. Claro está que la elección de sexos para cada tarea no es casualidad, lo masculino (yan) representa la acción, la penetración, la concreción mientras que lo femenino (yin) es la aceptación, la suavidad, la ternura, pasividad y la expresión.

Allí mientras él se deja caer y transita la oscuridad en soledad, sólo cuenta con una antorcha que le permite ver unos metros a su alrededor, esto puede simbolizar la vivencia del presente pleno, lo demás es desconocimiento absoluto. Es el difícil tránsito por la incertidumbre, muy presente en estas fases.

La bomba puede simbolizar un secreto, una actitud, una rasgo de nuestra personalidad, un elemento antiguo olvidado de guerras libradas en otros tiempos, y que siguen vigentes, desde lugares inexplorados de nuestro interior. La historia aquí (y en la vida, claro) se resuelve mediante la intuición y el amor (por la profesión, por la verdad, por el cuidado, por un ser en particular, etc), no desde la lógica o el saber racional.

El protagonista asombrado encuentra una ciudad repleta de seres de otros colores, formas y sabiduría. Me detengo en las características (no) físicas de éstos seres de agua: transparentes, flexibles, silenciosos y amorosos, pueden ser las virtudes que desarrollamos en todo proceso crítico y también es lo que ocurre en los Encuentros verdaderos.

Dónde pensaba morir, en la entrega más plena y difícil se encuentra con una realidad nueva, maravillosa. Espléndida imagen de un re-nacimiento pues pasa de las profundidades del mar, elemento agua, otra vez a respirar oxígeno, gracias al rescate de los seres extraños. Un nuevo mundo (interno y externo), tal vez el encuentro con una verdad luminosa que trae a la superficie posibilidades (conocidas y nuevas). Una nueva visión, alegría y serenidad por lo cumplido y la emergencia de nuevos saberes.

Paradójicamente la salvación fue la entrega, la muerte.

Si estás en la escotilla mirando a través de la ventanilla o peor aún, de la mirilla (JA! Salió con rima y todo) como alguien más se atreve, si estás guardando esa vida sin vida, permaneciendo en la seguridad de lo rígido, de lo estrecho, del egoísmo quizás en la ignorancia de no saber hasta dónde podés llegar, te invito a que te preguntes:

¿Dónde estoy?

¿Cuál es mi misión hoy?

Ma. Paula

martes, 31 de marzo de 2009

Percepciones imperceptibles…..

El enojo como un monstruo que me persigue y al cual a su vez, lo reprimo e ilusoriamente intento someter. Imposible sentir la ira como una emoción que puede ser transcurrida. Representa para mi, ser tomada o no, por ella, no hay términos medios.
Como escuché el otro día en un poema, subo a la torre de mármol de mis pensamientos y desde allí miro todo. Con distancia, con lejanía, con demarcaciones claras de que ese enojo no es parte mía. Y así es como voy creando el abismo entre el adentro y el afuera, entre lo que está bien y lo que está mal, entre el enojo y la alegría, entre el calor y el frío.
Corro rápido y creo lograr escapar del enojo, pero siempre quedo esclava de alguna situación que me genera bronca, como no me animo a transitarla, me quedo a medias, y me siento sin salida. En realidad hay una salida, pero es la única puerta que no quiero abrir. Prefiero pasar por el tormento de la quietud impuesta, por eternas racionalizaciones, por buscar las mil y una posibilidades de encontrar una salida mágica. Por esperar eternamente que se produzca el milagro, olvidarme de mis necesidades y creer que ya no existen. No será que la cautela me daña mas que mi audacia? O quizás sea que solo me permito la cautela, las buenas formas, la neutralidad de sentimientos?
Y que pasa con lo vital?
Mis "buenas formas" se contraponen con la espontaneidad y contundencia del enojo. Seguramente sea que las únicas "formas" que acepta la bronca son aquellas por las cuales ésta puede expresarse tal cual es, sin cálculos, sin especulaciones, simplemente siendo.
Perder el control, verme como no quiero ser, me asusta, y a su vez como no lo acepto, no puedo cambiarlo. Otra vez jugando al gato y al ratón.
El enojo, cuando me permito sentirlo, me saca del lugar de la inactividad, me mueve, me sacude, también me cuida, en ultima instancia, de morir congelada.
Agradecida finalmente a este enojo, tal vez pueda empezar a verlo como un aliado…..
Maine

martes, 17 de marzo de 2009

Miedo, duda….miedo, duda…..

Tormentas de verano que arrasan con intensidad la vida, para quitar aquellas cosas que ya no sirven. Y al poco tiempo, de nuevo la calma. La quietud.
Es como estar haciendo equilibrio para no caerse. A donde? al vacío….
Llegar a conocer la ligereza de lo que es fluir con el momento presente, con el disfrutar, con lo que hay…..y por momentos, rozar esa sensación de miedo, de…. que voy a hacer conmigo? por donde tengo que ir?
No hay ruta, no hay indicaciones y menos en el camino de lo afectivo. Es como si después que se da un paso, recién ahí apareciera un pedacito de camino. Mucha incertidumbre, tal vez siempre haya sido así, pero ahora es mas vívido.
Lo afectivo puede vivirse como privilegio o como limosna. Estar a la espera, es mendigar. Aceptar, liberarse.
Poder aceptarse, ver las propias limitaciones y amarlas (como decía hace un rato en un libro).Como amar aquello que no deja ser? o quizás la pregunta sea…..porque no amarse tal cual uno es, ahora, con estas limitaciones?
Miedo a perder cosas…..que nunca estuvieron, pero que se poseían en la imaginación. Miedo a perder relaciones que nunca empezaron, a perder seguridades que nunca fueron reales, a perder una alegría que por momentos decide manifestarse. Miedo a perder amistades que ya están perdidas en el alma. Miedo de expresar bronca porque tal vez quedaría en evidencia una incapacidad de aceptar, o algún dolor frente algo.
Como hacer para ponerse amor a uno mismo? Para tranquilizarse y acunarse y confirmar que todo esta bien, que todo pasa, que esto es sola una sensación, que no define, o si, solo define un estado, este momento.
Que es lo real? La sensación de tristeza, de pesadez? la sensación de ligereza? la incertidumbre? todo a la vez será lo real? es como si no fuera posible que todo pueda ser real, son demasiadas dualidades juntas.
Y es inevitable que ante una sensación así, es prioritario encontrar la salida!! y ya!! Esta dicotomía entre hablar, o no hablar?, Estar en silencio o buscar ayuda?, Prestarse atención o no darle importancia?. Miedo de actuar….. y si no es real esta sensación?
y si hay una equivocación detrás de todo esto?
Dicen que el miedo es irreal….que tenemos miedo a cosas que todavía no pasan. Pero que seguido aparece el miedo!……esto es real!
Tal vez lo real sea que hoy no hay confianza ni en que la Providencia nos cuida, ni en que el Universo acompaña….
Será que las soluciones a los problemas, ya existen? y como uno no las ve, sufrimos y nos desesperamos?
Hay veces que encontramos mas dificultad en acompañarnos a nosotros mismos que acompañar durante días a personas que necesitan ayuda.
Es difícil escucharse, no criticarse, tratarse con ternura, acompañarse. No tener miedo a lo que nos pasa.
El juego de la vida….hay veces que uno se olvida que esto es un juego.
Lo real será el juego?

lunes, 12 de enero de 2009

Seguro - Seguro (¿?)

¿Cuántas veces sostenemos relaciones por miedo?

Se convierten en algo así como un seguro, en el que una vez cada tanto (ese “tanto” va a depender del caso) hacemos un depósito (sesión carnal, café, llamado, mensaje, mail o cualquiera de sus variantes) o contacto, asegurándonos así la continuidad de la relación.

Son esas personas que sentimos que siempre van a estar ahí para nosotros y nosotros nos ofrecemos de la misma forma. Se convierte un vínculo “escudo” ahí dónde vamos cuando la cosa “afuera” se pone mal.

En realidad la disponibilidad es escasa y en última instancia la utilidad es simplemente “sentir que alguien hay”. No importa si nos gusta en realidad o si hay algún tipo de compatibilidad. A veces ni siquiera los encuentros son significativos, profundos o plenos, pero se convierte en una baldosa que nos genera cierta sensación de seguridad cuando la cosa va mal en el volátil mercado de las relaciones casuales. Ahí nos aferramos cuando sentimos que la cuerda en la que estamos haciendo equilibrio se va aflojando (o ¿es acaso nuestro equilibrio se va el demonio?). Es verdad que también esto sucede dentro de una relación estable, son esas parejas dónde ninguno de los dos se siente satisfactoriamente unido al otro pero no lo deja por miedo a estar solo, a que sea un error, a solventar los gastos, a la falta de compañía, etc.

Repensando un poco la palabra seguro también es sinónimo de cerrojo, nada entra o sale cuando hay uno de esos en una puerta ¿no? Será cuestión de darnos la posibilidad de abrirnos y ver las nuevas posibilidades que están sucediendo y que no vemos. En los intentos hay miedos pues nos arriesgamos al error, a no pasarla del todo bien, a la frustración. En estos intentos ambién nos regalamos lo que implica vernos refrescantemente nuevos. Aprendiendo. Aprendiéndonos. Animándonos a dar el salto y vivir un poco más allá de lo que imaginamos.

María Paula